Empate a nada en el José Zorrilla ante el Lugo que puede costar caro a los intereses del Real Valladolid. Ningún rival falla y los de Rubi se dejan dos puntos en su estadio
«Una precoz tensión se apodera del Real Valladolid» | Crónica del empate ante el Lugo
Con el mercado de fichajes de entradas cerrado y todavía con el de salidas abierto, la estatua en la Plaza Mayor de Valladolid a Don Braulio Vázquez tiene que ser un decreto ley. Con cuatro incorporaciones desde la portería a la parte más ofensiva del plantel, la pelota queda en el tejado de los jugadores y del cuerpo técnico para conseguir el ascenso a la élite del fútbol español sólo un año después de haber descendido a los infiernos. Con tres cuartas partes de esas incorporaciones en la convocatoria, La Sexta una vez más hacía acto de presencia en Zorrilla. Como rival, uno de los cinco equipos que ha conseguido derrotar al Real Valladolid durante este curso: el Club Deportivo Lugo. Los de Quique Setién, aunque no pasan por su mejor momento, podían ser un rival muy incómodo ya que el gusto por el balón de los de Rubi, también es compartido por los lucenses. Y así fue. Agazapados atrás sin cometer errores, pusieron muy nerviosos a todo el entono blanquivioleta. Empezando por los jugadores y terminando con la grada. Primera parte floja y segunda para olvidar. En definitiva , reparto de puntos que provoca un tropiezo grave para las aspiraciones del conjunto blanquivioleta.

Esquema con poca profundidad
Habituados al 1-4-2-3-1 y con un once más o menos claro, Rubi no deja de sorprender partido tras partido. Esta vez era la titularidad de Omar Ramos, un futbolista que en estos últimos días de mercado había estado más fuera que dentro del club, lo que provocaba un revuelo inesperado a la par que lógico. Con todo esto, el encuentro marcaría las carencias que tristemente manifiesta el cuadro vallisoletano, en especial en casa. A toda escuadra que quiera sacar algo de Valladolid no le importa encerrarse atrás y el Club Deportivo Lugo no iba a ser menos. Con esa decisión es cuando empieza el sufrimiento local. Uno de los mayores problemas de este equipo es la falta de verticalidad para crear ocasiones de peligro.
En los laterales Javi Chica es un filón pero Carlos Peña defiende poco y ataca menos. De esta forma, los extremos se ven obligados a hacer la guerra por su cuenta. Basándose el juego pucelano en esas individualidades y nulas superioridades por banda, la aglomeración por el centro rápidamente se pone de manifiesto. ‘Desde la grada de Zorrilla’ se veía como pasaban los minutos y el equipo no llegaba a puerta con peligro. Ya en el segundo acto, el aumento de las imprecisiones pucelanas y el buen hacer táctico del cuadro gallego hicieron el resto para aumentar definitivamente la tensión de un Real Valladolid que se despedía de la victoria.
Cara y cruz para los centrales
Con la gran mayoría de la posesión global en el encuentro, el esférico rodaba de lado a lado. La pareja de centrales compuesta por Valiente y Rueda entraba mucho en escena haciendo cambios de orientación constantes y llegando al corte con mucha solvencia en las ocasiones que era preciso. Nuevamente, muy buen encuentro por parte del catalán. Ambos se convirtieron en dueños y señores de su parcela en los primeros 45 minutos.
Después de la salida de vestuarios, parecía haber empezado otro partido. Contagiados porque el reloj no paraba y el gol no llegaba, las imprecisiones en pases fáciles, los cambios de juego que acababan en el foso y los pelotazos al limbo, eran marca de la casa del ‘4’ y del ‘6 blanquivioletas. Para mayor incomodidad, los dos acabaron amonestado. Estaban superados hasta el punto de que no hubiera sido de extrañar que alguno no hubiera podido acabar el choque. En definitiva, mal partido de una pareja que nos tiene acostumbrados a no fallar y lamentablemente sus fallos se vienen sucediendo partidos atrás.
Tres fichajes ofensivos de calidad
Con Jonathan Pereira cumpliendo un mes como blanquivioleta, las llegadas de Túlio de Melo y Hernán Pérez, han dado ese plus de calidad que el cuadro vallisoletano necesitaba. Las posibilidades que puede dar el juego del vigués ya se han podido ver. El jugador gallego puede jugar tanto en banda como en punta de ataque, dando muchas opciones a Rubi y su cuerpo técnico.
Por otro lado y pese a estar recién llegado, el que tiene un puesto claro es el brasileño Túlio de Melo. Entrando en la convocatoria con sólo tres entrenamientos, en los partidos en los que la lata no se abra, el ex gigante del Lille, tiene mucho que decir. Por su parte, Hernán Pérez, un velocista venido a menos, llega para recuperar la confianza y volver a convertirse en un peligro por banda. Con un contrato de seis meses, el ex del Villarreal y Olympiacos llega tras sufrir una grave lesión de rodilla. Si las lesiones le respetan, hay muchos quilates en esas botas y de ellos deberá tirar el Real Valladolid. La necesidad pucelana de basarse en el juego veloz del paraguayo, en la envergadura de Túlio de Melo y en las alternativas de Jonathan Pereira demuestra por qué existe el mercado invernal y por qué Braulio lo ha utilizado con tanta brillantez. Ahora, toca disfrutar de las buenas esperanzas que todas las incorporaciones han creado. Ojala todos cumplan las expectativas creadas.
