La victoria ante el Villarreal salvó el proyecto de Juan Ignacio en el primer mes del 2014. El tanto de Jesús Rueda alargaría la vida de un míster que parecía despedido
• Todo indicaba que Juan Ignacio Martínez abandonaría el Real Valladolid pero el Pucela derrotó al Villarreal.
• El equipo llegó tocado al duelo ante los amarillos tras las goleadas recibidas en Bilbao (4-2) y Granada (4-0).
• La victoria ante los castellonenses despertó una mínima ilusión de cambio en todo el entorno blanquivioleta.
El Real Valladolid ya comenzaba el año 2014 con el agua al cuello. 15 puntos y empatado con aquellos rivales que vivieron la pasada Navidad en descenso, desde el primer día el nuevo año comenzaba con dureza y mucha exigencia. Todos los ingredientes que señalaban un final de temporada complicado crecieron con los primeros duelos del 2014. El empate (0-0) a nada ante el Real Betis sólo fue el preludio de dos encuentros tan crueles como preocupantes. Las goleadas consecutivas recibidas en Granada (4-0) y en Bilbao (4-2) dejaron en la cuerda floja a Juan Ignacio Martínez.
Con la soga al cuello, el técnico alicantino afrontaba el duelo ante el Villarreal. El día en el que debutaría Stefan Mitrovic, el ansiado central y el primer fichaje invernal, Juan Ignacio y sus ayudantes se jugaban el ser o no ser. Carlos Suárez, como en ningún otro momento de la temporada, parecía tener claro que una derrota le obligaba a un cambio que Jesús Rueda evitaría con un fuerte testarazo antes del descanso.
El canterano y capitán anotaba el único tanto del duelo ante los castellonenses que daba al Pucela los tres primeros puntos del año. La victoria, además de oxigeno para el cuerpo técnico, significaría tranquilidad para una plantilla que ganaba una importante batalla en el mismo día en el que se vivió un ataque la rebeldía y falta de profesionalidad de uno de los estandartes del proyecto. Patrick Ebert, instantes antes del comienzo del partido se negaba a jugar para formar el principio del fin de su etapa en Valladolid. Desde aquel 25 de enero, el excelente extremo alemán dejaba de ser jugador blanquivioleta. Semanas más tarde se cerraba su salida oficial pero ya mucho antes había dejado de remar por el Real Valladolid.
Activa última noche de mercado
La temporada no marchaba bien y algunos jugadores quería salir de la disciplina blanquivioleta por diferentes motivos. Por ello, Carlos Suárez y Alberto Marcos tuvieron que afrontar el mercado de invierno con la obligación de moverse tanto para las salidas como para buscar incorporaciones. Finalmente, y con la dificultad que hace tan propio al Real Valladolid a la hora de fichar, se conseguiría cerrar la incorporación de futbolistas para los puestos más débiles del equipo: el eje de la defensa y los extremos.
Para la primera línea pucelana llegaba Stefan Mitrovic desde el Benfica. Para el ataque el Real Valladolid se hacía con Jeffren Suárez, el canteranno del Fútbol Club Barcelona y que también llegaba desde Portugal, aunque en su caso desde el Sporting de Portugal.
Las incorporaciones eran importantes para un Juan Ignacio Martínez, que se personaba en las oficinas en las últimas horas del mercado, pero no menos que las salidas. Saber qué pasaba con Manucho, Javi Guerra, Patrick Ebert o Gilberto Alcatraz fue un tema que estuvo encima de la mesa hasta los últimos segundos del día 31 de enero. Finalmente, el delantero malagueño y máximo goleador del equipo, se quedaba en Valladolid por una falta de acuerdo con el Cardiff City. La afición respiraba y el cuerpo técnico agradecía el final de un mercado que resultaba positivo para afrontar los tres meses y medio de competición que restaban y a los que el equipo llegaba con una plantilla más compensada y, sobre todo, más concienciada de su objetivo y obligaciones.
[quote style=»3″] Me quedo. Me quedo. Me quedo hasta el final de temporada.
Javi Guerra confirmaba así que no abandonaba el Real Valladolid en la frase blanquivioleta del mes de enero [/quote]
«SI LA HISTORIA PUCELANA MANDA, JIM DEBE CONTINUAR», el artículo blanquivioleta del mes de enero.