El Real Valladolid supera su primera ronda copera con solvencia (1-3) en El Molinón • Timor, Alfaro y Samuel, primeros goleadores coperos de la era de Rubi
Desde que Antonio Gómez abandonara el banquillo del Real Valladolid, afortunadamente hace ya casi cuatro temporadas, el entorno blanquivioleta casi no había vivido una alegría copera. Suena triste pero desde que aquel vestuario en 2010 consiguiera sumar dos victorias ante U.D. Las Palmas (5-3) y S.D. Huesca (1-0), sólo en el primer año de Miroslav Djukic los pucelanos volvieron a ilusionar en Copa. Gracias a una actuación brillante de Nauzet Alemán, el aficionado pucelano se emocionaba con un torneo que gusta mucho en la orilla del Pisuerga. Tristemente, en ambos casos, el final fue tan rápido como doloroso. Una triste eliminatoria ante el Espanyol en 2010 y un ridículo máximo en 2011 en Balaídos iniciaban un peregrinaje de cuatro años sin emociones coperas.
Ahora, con Rubi en el banquillo y con un proyecto emocionante pero aún fresco y sin cuajar, el Real Valladolid ha comenzado por la puerta grande. Ganar, y como se ha conseguido, en El Molinón aumenta el autoestima del grupo y de todo el entorno blanquivioleta en la demostración de que la Copa siempre es necesaria para la formación y crecimiento de un equipo.
Con una buena actuación en el torneo del K.O. la plantilla está activa y la puerta del primer equipo abierta para el filial. Con estos dos credenciales la competitividad en el día a día del equipo sube y ningún integrante de la plantilla pierde la frescura para el momento en el que debe entrar al terreno de juego. Este último punto lo han leído muy bien Rubi y su cuerpo técnico. El catalán y sus ayudantes han dispuesto un once inicial nuevo, con ocho cambios en relación al partido ante el Racing, pero formando por un grupo motivado para la cita y más que competitivo para el envite.
Un once ‘conjuntado’
Pese al debut de futbolistas como Samuel Llorca o Alejandro Alfaro y el ascenso de Jorge Hernández y Xavier Carmona, los pucelanos casi no han notado en los 90 minutos la falta de rodaje del grupo. Desde el inicio del encuentro han sido los pucelanos los que han llevado el control del juego y han sido los visitantes los que se han hecho con el monopolio del balón. Aprovechando la débil presión asturiana, ya que el Sporting esperaba casi en su propio campo, los de Rubi gozaban de posesiones muy largas que conseguían hacer profundas ante lo estático de la defensa de los jugadores de Abelardo.
Con este dominio del partido, las ocasiones no tardaron en llegar en el bando visitante. Primero Alejandro Alfaro, que pese a debutar estaba muy activo desde el pitido inicial, y después David Timor demostraban en El Molinón que los de ‘azul petróleo’ eran los que mandaban y los que muy pronto se adelantarían. Así, un zurdazo del ex de Osasuna en el minuto 22 ponía en ventaja a los pucelanos.
Los de Rubi veían recompensa a su dominio a la vez que bajaban la guardia y daban opciones al Sporting. Tras ese tanto pucelano llegaría el mejor momento rojiblanco del partido. Tres disparos tan consecutivos como insípidos y sin miedo daban confianza a un rival que pediría, con razón, dos penas máximas. Primero Xavier Carmona y, más tarde, Chus Herrero ponían en un aprieto al colegiado que, por suerte para los visitantes, no señalaba los once metros y, según las imágenes, no por falta de motivos.
Ocasiones, goles y clasificación
Con el colegiado en el punto de mira, los equipos se fueron al vestuario con la sensación de que el Sporting se estaba acercando más de lo necesario. Javi Varas estaba empezando a entrar en juego y el Real Valladolid debía frenar ese ataque. Con este objetivo, Rubi y sus jugadores saltaron a la segunda parte con la premisa de cerrar la fuerza rojiblanca y volver a imponer su orden. Roger Martí fue el primer encargado de esta proposición y con dos acercamientos en los primeros segundos del segundo acto, devolvía el protagonismo a los pucelanos.
Si el punta valenciano comenzaba esa presión para devolver la tranquilidad de juego al Pucela, sería el propio ‘9’ el que asistiría a Alejandro Alfaro en el segundo tanto. El andaluz, que debutaba como blanquivioleta, puso una tierra de por medio en el minuto 57 que Samuel Llorca devolvería 15 minutos después tras el tanto de Jony que reducía distancias en El Molinón.
Pese al movimiento de banquillo que Abelardo quiso realizar, el Real Valladolid estaba enchufado y mejoraba con el paso de los minutos y tras el descanso y las mejoras desde el banquillo. Así, la victoria estaba cerca y el avance en Copa del Rey era un hecho tan novedoso como necesario y olvidado y es que, por suerte, el torneo copero vuelve a interesar en el vestuario pucelano.
