La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

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El Real Valladolid ni entretiene ni puntúa en Lugo

El Pucela pierde (1-0) ante el C.D. Lugo tras una nefasta primera parte • Los de Rubi crearon pocas ocasiones y estuvieron demasiado tiempo a merced del rival

La infografía sobre la derrota (1-0) del Real Valladolid sobre el C.D. Lugo, con ANDRÉ LEÃO como protagonista

El Real Valladolid viajaba hasta Lugo con unas expectativas muy altas sobre el partido. La victoria (2-1) ante el R.C.D. Mallorca y las declaraciones previas al duelo ante los gallegos de Rubi (en las que afirmaba que el público se entretendría en el partido) colocaban el partido en un alto nivel. Una exigencia y una altura que los pucelanos no cumplieron en ningún tramo del partido. Desde el inicio del encuentro y tras el primer saque de esquina gallego, a los 75 segundos de partido, los pucelanos siempre fueron a remolque en el juego. En esta ocasión, los futbolistas de Rubi fueron superados por un rival que jugó mucho mejor durante la primera parte y que supo sufrir en los segundos 45 minutos para no conceder excesivas ocasiones de peligro.

Por el contrario, en el tiempo en el que los pucelanos fueron los dueños del balón, su profundidad fue nula, su posesión esteril y sus ocasiones escasas. Los pucelanos no asediaban el Anxo Carro, algo que sí habían vivido en el sentido contrario cuando en los primeros 30 minutos de partido, Dani Hernández salvaba el marcador con tres movimientos de lujo.

El portero venezolano, posteriormente cuestionado tras el gol local en el minuto 82 mantuvo vivo un barco que sólo con la entrada de Óscar Díaz mostró esa personalidad y esas ganas de ganar que se presuponen a un proyecto tan ambicioso como el que ha diseñado Braulio Vázquez. Pese a la grandeza de los fichajes, la calidad del vestuario y los recursos de los que dispone el entrenador, el Real Valladolid ha hecho aguas en su primera salida. Por suerte, es sólo eso. Una derrota que no será la última pero que debe valer para ver a un Real Valladolid más convincente y con mayores puntos de esa personalidad que durante la pretemporada enamoró.

Cuatros saques de esquina en 20 minutos
Al minuto y medio el primer saque de esquina, a los pocos segundos otro. En definitiva, cuando a los 20 minutos el Club Deportivo Lugo sumaba cuatro saques de esquina era porque se veía que algo no funcionaba en el Real Valladolid. Desde el primer instante los pucelanos estaban a remolque de un rival que les acogotaba con constantes superioridades en la zona de Carlos Peña. Con la espalda del lateral blanquivioleta como el mayor filón posible de los de Quique Setién, Ferreiro lideraba aun ataque gallego que asustaba por su fuerza pero casi más por la inoperancia que los pucelanos sentían para contrarrestar ese ataque.

Pese a las correcciones desde la banda y los intercambios tácticos que Rubi incluía en el juego del equipo, los pucelanos no despertaban y los locales se crecían con llegadas y muchas jugadas que terminaban desde la frontal del área. Esos disparos lejanos eran repelidos uno tras otro por un Dani Hernández que intercalaba momentos de seguridad en el área con incertidumbre y medio en algunas tomas de decisión fuera de zona.

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Pese a esa cuestionable seguridad que el cancerbero venezolano transmite cuando sale de su zona, el Real Valladolid no mejoraba en exceso. Ni disfrutaba de una posesión que monopolizaba el rival ni se sacudía esa superioridad hasta bien transcurrido el primer acto. En el arreón final de los primeros 45 minutos los de Rubi gozaron de mayor protagonismo. A balón parado, Marc Valiente cerca estuvo de hacer saltar el marcador pero, como en toda la primera parte, el día no era para el azul petróleo y sí del rojiblanco local y de un Setién que ganaba la partida en la pizarra.

Intento de casa y corazón
Esa primera ocasión real con la que Marc Valiente cerraba la primera parte espoleó a los visitantes que comenzaron el segundo acto con la premisa obligatoria de terminar todos los acercamientos de los que pudiera disponer. Rubi, como reconocería en rueda de prensa, quería traducir la posesión en ocasiones de gol y fue dicho y hecho. Omar Ramos, a los escasos dos minutos de iniciarse la primera parte, buscaba la puerta de José Juan. Su disparo con la derecha se marchaba muy por encima de la meta del Lugo pero hacía ver que el Pucela tenía otra idea.

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Esa propuesta blanquivioleta crecía y lo hacía tras la entrada de Óscar Díaz. Con el madrileño, los pucelanos se creyeron la idea de ir a por el partido y cerca estuvieron de conseguirlo en el minuto 62. En la primer ocasión del ‘7’ con el Pucela en partido oficial pudo hacer gol. La jugada, mal anulada, evitó el tanto pucelano. El ex de la Unión Deportiva Almería no abriría la lata del partido. Ese honor estaba reservado para Carlos Pita que, en el minuto 82, superaba a Dani Hernández con un disparo cruzado tras un saque de falta lateral. El tanto cerraba las opciones de un Real Valladolid con tantas cosas por mejorar como tiempo para hacerlo.

Muy temprano
Es cierto que el resultado es duro pero mucho más difícil de asimilar es la imagen dada por el equipo en los primeros 40 minutos. Un conjunto con objetivos ambiciosos no puede dejarse llevar durante casi 45 minutos. Por ello, Este Real Valladolid tiene que mejorar muchos puntos de su juego y debe hacerlo sobre su presente y nunca mirando sobre las debilidades de un pasado en el que no participaron 10 de los actuales jugadores. El nuevo Pucela tiene mimbres, futuro y prestancia pero siempre bajo el conocimiento de una categoría que el vestuario conoce en más de 1.700 partidos y nunca bajo escudos absurdos que el tiempo elimina con facilidad.

«Desde la grada de Zorrilla», por Enrique Álvarez Herrero (@EnriqueAH10)
𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte