La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

Análisis pucelano Pretemporada 2014

Una derrota que deja buenos detalles pucelanos

El duelo más importante de la pretemporada termina en derrota (0-1) • Pese al dominio y la presión pucelana, los armeros hicieron gala de su superior categoría

Dani Hernández, André Leâo y Samuel Llorca  un lance del partido en Aguilar de Campoo (Real Valladolid - César Minguela)
Dani Hernández, André Leâo y Samuel Llorca un lance del partido en Aguilar de Campoo (Real Valladolid)

Pasan los días de pretemporada y las sesiones de entrenamiento y el Real Club Deportivo Mallorca se va acercando al estadio José Zorrilla. Como el estreno liguero del equipo Rubi se va convirtiendo en un objetivo a corto plazo, todos los movimientos blanquivioleta van ganando protagonismo. De esta forma, los amistosos pucelanos van siendo más importantes y un reflejo mayor de en qué nivel está el equipo. Con este avance como patrón, enfrentarse a un equipo de Primera división resulta ser la mejor prueba posible.

Con estos ingredientes, el cuerpo técnico liderado por Rubi afrontaba el duelo como un encuentro casi de competición. Un once, que hoy por hoy, podría ser el del estreno ante el equipo bermellón lideraba la idea de un duelo que viviría dos fases. La primera, con el once inicial y antes de los cambios, que empezaron llegar desde el minuto 70, terminó con la derrota (0-1) del Pucela. La segunda, tras siete cambios, finalizaría sin goles y sin casi espacio para poder ver acciones blanquivioletas. Pese a la derrota, la imagen blanquivioleta queda en buen lugar mientras la formación del equipo y el estilo que quiere el cuerpo técnico sigue por buen camino.

Presión como motor de juego
El Pucela progresa adecuadamente en su patrón de juego y lo hace mostrando la presión como el arma principal de este equipo. Con mucha intención de robar al esférico en campo rival y una actividad potente tras una pérdida de balón, Rubi y los suyos buscan ser protagonistas del esférico durante el mayor tiempo posible y generando un buen número de jugadas. Tras un robo, la caballería se activa y el Pucela suma una oportunidad de gol.

Pese a esta idea, en Aguilar de Campoo, los pucelanos no generaron muchas ocasiones. La presión daba sus frutos. La idea de ser dueños del balón, también, pero al equipo se le notaba falto de frescura en los últimos metros. Con todas estos rasgos, el equipo formado por Dani Hernández, Javi Chica, Samuel Llorca, Marc Valiente, Johan Mojica; André Leao, Lluís Sastre; Omar Ramos, Óscar González, Jeffren Suárez; y Roger Martí firmaban una primera media hora de gran nivel.

Tres ocasiones claras en los primeros 30 minutos hicieron al Pucela merecedor de un resultado que, por el contrario, los armeros merecerían en los últimos 15 minutos de la primera parte. En ese tiempo, un Dani Hernández muy activo realizaba dos intervenciones de mérito para conseguir dejar el resultado inicial en el momento del descanso.

Un Pucela, aún, menos fresco
Tras ese empate (0-0), el Pucela comenzaría muy fuerte el segundo acto. Por desgracia, la intención del equipo de Rubi se podría calificar como “gaseosa”. Con el paso de los minutos, la Sociedad Deportiva Éibar iba ganando peso y minimizando la superioridad de los blanquivioleta. El mejor juego de los castellanos se iba equilibrando con unos segundos 45 minutos en el que los azulgrana merecerían el tanto que Dani Nieto anotaría a los 68 minutos.

Curiosamente, tras el tanto armero, el Pucela finiquitó el partido y perdió toda la inercia adquirida. Los cambios programados por Rubi frenaron toda posible reacción. Inicialmente, la entrada de Bergdich y Rueda. Poco más tarde, la de David Timor, Chus Herrero, Jorge Hernández y Óscar Díaz y, para terminar, la de Carlos Peña, restaron frescura a un Real Valladolid que tenía muy claro su objetivo del encuentro: seguir ganando forma a su idea.

Esa intención marcada por Rubi tenía su premio. Pese a la derrota final en el que es, hasta el momento, el partido más importante de la pretemporada no resta un solo ápice a la buena imagen del Real Valladolid en los 30 primeros minutos del partido y la seriedad sobre la que se forja su idea y que nunca pierde, pese a que el resultado le pueda ser esquivo. Así, y con dos encuentros más en el horizonte, el Pucela abandona Aguilar de Campoo con una muesca más en su culata. Se trata de una marca que, inicialmente, parece negativa, pero a la que el trabajo y la dedicación pucelana deben sacar jugo.

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𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte