La temporada vivida en Montilvi hizo mucho más futbolista a David Timor. El centrocampista, que necesitaba salir de Pamplona, sacó rendimiento a su cesión 

• 3.411 minutos disputados en 39 diferentes partidos, demuestran la confianza que en Girona se depositó en él.
• El futbolista valenciano terminó como tercer jugador más usado del plantel, sólo por detrás de Isaac y Migue.
• Con ocho goles, Timor terminó el año en el segundo escalón de máximos anotadores en la plantilla gerundense.

«Para mí, es un paso adelante y vengo con la intención de jugar el máximo de partidos posibles». Con estas palabras se presentaba David Timor, nuevo jugador del Real Valladolid, hace algo más de un año en la sala de prensa de Montilivi. El centrocampista valenciano aceptaba la opción de bajar de categoría para jugar minutos, crecer como profesional y reflexionar sobre todo lo ocurrido en su última temporada en Pamplona. En definitiva, y como afirma la web oficial del Real Valladolid en la presentación del jugador, con aquella decisión, el futbolista buscaba “relanzar su carrera” aunque, seguramente, no soñaba que se produciría como se produjo.

Esa ilusión con la que Timor llegó a Girona fue creciendo y tornándose en confianza con el paso de las jornadas. La responsabilidad con la que Ricardo Rodríguez le dotó desde el primer día hizo que se ganara un status en el equipo que nunca abandonaría. Responsable a balón parado, engranaje táctico del equipo y líder en muchos movimientos, tanto ofensivos como defensivos, eran rasgos que marcaban su juego dentro del equipo gerundense. Esos galones adquiridos y el buen resultado que estos daban, hicieron del nuevo blanquivioleta un futbolista vital en la plantilla. David Timor se ganó un puesto y una relevancia que se tradujo en muchos partidos de juego. Más de 3.000 minutos sobre el césped que no se reducirían con los innumerable cambios de banquillo que el Girona vivió la pasada campaña. Si Rodríguez le dio los galones desde el primer día, Javi López y Pablo Machín se los mantendrían.

Grandes cifras goleadoras
El juego desarrollado y la personalidad con la que el valenciano impregnaba al Girona tuvo recompensa en goles. De una forma progresiva y con mucha relevancia en el balón parado, Timor consiguió cerrar la campaña en el segundo escalón de máximos goleadores del equipo. Sus ochos tantos anotados, entre Liga y Copa del Rey, sólo fueron superados por Gerard Bordas y Alfredo Ortuño, los dos delanteros. Otros jugadores de ataque como Jandro o Felipe Sanchón igualaron con el nuevo centrocampista pucelano.

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Esta portentosa cifra goleadora del centrocampista muestra muchas de sus cualidades. Él, centrocampista ofensivo, demostró en esta cesión al Girona su condición de llegador. Obviando los cuatro goles anotados de falta directa, el valenciano consiguió otros tantos y todos desde fuera del área. Su firma conlleva un golpeo seco, de primeras y que siempre se aleja de la distancia del cancerbero. La fuerza, unida a la rapidez para incorporarse al ataque, hacen del nuevo futbolista del Real Valladolid un peligro en los contragolpes y un refuerzo para atacar ante un rival encerrado en su área.

Un recuerdo imborrable
En definitiva, Braulio Vázquez ha conseguido dotar al centro del campo blanquivioleta de un futbolista que no tenía. Sus cualidades ofensivas se unen a un centro del campo que hasta ahora mantenía un cartel defensivo. El refuerzo es de calidad y cuantidad ya que en su etapa en Girona, con 39 partidos disputados, se vio una versión total de lo que es David Timor. El nivel mostrado de rojiblanco, además de ser un recuerdo imborrable en su memoria, fue el tiempo de reflexión que necesitaba para decidir cómo encauzar su carrera, que en el estadio José Zorrilla y con un contrato de tres temporadas, buscará continuar con el sendero dejado de rojiblaco.