El Pucela cierra la programación de la pretemporada con seis encuentros amistosos y un triangular. Los de Rubi no se verán las caras con ningún rival de su categoría
Siempre se dice que la primera piedra de un proyecto futbolístico debe ser el entrenador. Ha costado muchos años llegar a esta explicación pero, por suerte, para los preparadores, los equipos ya saben que deben contratarles primero para, después, poder programar de una forma correcta todo. Fichajes, salidas, renovaciones… y la pretemporada. Bajo esta idea, hasta que Rubi no se ha asentado en el estadio José Zorrilla, Braulio Vázquez no ha dado las pinceladas definitivas a la pretemporada 2014 que realizará el equipo blanquivioleta y que está definida como “la base para intentar regresar”.
Si desde la presentación del director deportivo y del entrenador se sabía que, con casi toda seguridad, el equipo realizaría el stage principal de pretemporada en Mondariz, más tarde se han ido conociendo los partidos que disputarán Rubi y sus jugadores para ponerse a punto. Con seis encuentros amistosos y un triangular en Zamora, el Real Valladolid 2014/2015 dará forma a la parte más importante de la temporada. Este tiempo lo afrontarán los blanquivioleta con la idea de asimilar los conceptos del cuerpo técnico y poder ganar la confianza perdida tras un fracaso tal como es una pérdida de categoría. El calendario y los rivales invitan a ello.
Sin rivales ligueros
Analizando los seis encuentros amistosos y el triangular del 6 de agosto, hay un dato muy claro, el Real Valladolid no se va a enfrentar a ningún rival, que más tarde, tendrá en su categoría. Esta propuesta no es nueva para el cuerpo técnico. Es más, todo hace indicar que es una idea suya ya que el Girona de la campaña 2012/2013 tampoco se enfrentó a ningún rival de Segunda. Para Rubi parece vital no jugar ante futuros rivales y así, la pretemporada del Pucela 2014/2015 tendrá dos rivales de Primera, cuatro de Segunda B, uno de Tercera división y otro que aún debe conocer su categoría como es el Pontevedra pero que, como mucho, llegaría a la categoría de bronce del fútbol español.
Poca exigencia
Con estas cifras, queda claro que salvo Éibar y Rayo Vallecano, todos los rivales blanquivioletas en los meses de julio y agosto de pretemporada serán de categoría inferior. Con Real Oviedo, Burgos C.F., C.D. Guijuelo y Zamora C.F., equipos de Segunda B, Cultural Areas de Tercera y el Pontevedra C.F. de Tercera pero aún con opciones de ascender a Segunda B, Rubi ha diseñado una pretemporada de una exigencia media y de una presión relativa. El objetivo del preparador catalán pasa porque el equipo recupere la confianza y asimile los conceptos futbolísticos en partidos en los que, inicialmente, lleve el peso del juego y tenga el dominio del balón. En definitiva, la idea que quiere llevar a la práctica el equipo durante el año, será expuesta desde el inicio.
Esta idea que ha propuesto el Real Valladolid no es nueva. Al menos en la cabeza del preparador. Una idea suave, con protagonismo y mucho idea en conseguir llevar a la práctica los entrenamientos realizados. Otro punto de este tipo de programación pasa por calificar los partidos como entrenamientos fuertes. Con la entidad de los rivales y las fechas en las que se disputarán los partidos, el rodaje será igual durante las sesiones de preparación que en los partidos. Todo ello tendrá el objetivo de llegar al 16 de agosto en plenitud de condiciones y así, realizar ante el Rayo Vallecano en el Trofeo Ciudad de Valladolid lo que se podría calificar como el estreno de la temporada.