Carlos Lázaro, canterano blanquivioleta, cerró ayer su primera temporada desvinculado del Pucela con un año, en el Alavés, muy poco muy fructífero para él
• Carlos Lázaro ha terminado el primero de los dos años firmados en Vitoria con unas cifras de juego muy pobres.
• El canterano del Real Valladolid ha disputado 942 minutos, repartidos en 15 encuentros, 13 de ellos ligueros.
• La agónica salvación que consiguió el equipo vitoriano en Jaén resta algo de dramatismo al año del olmedano.
Minuto 93 del partido entre el Real Jaén y el Deportivo Alavés y Guzmán Casaseca conseguía el 2-3 que salvaba la categoría del equipo vitoriano. En el último minuto del último partido, Alberto López, ex portero pucelano, y sus jugadores conseguían el milagro. Entre esos futbolistas blanquiazules que saltaban a celebrar el histórico tanto había uno de muy reciente recuerdo para el Real Valladolid. Carlos Lázaro, canterano blanquivioleta, celebraba la permanencia de su equipo en lo que ha sido su primera campaña sin contrato con el club blanquivioleta. La campaña 2013/2014 ha significado el primero de los dos años que el olmedano firmaba el pasado mes de agosto con el club de Mendizorroza.
Ésta, la primera campaña de Carlos fuera del Real Valladolid, no ha sido fácil. La agónica salvación conseguida resta algo de dureza para un año que no ha sido nada sencillo para él. Pocos minutos de juego, varias lesiones y una sensación, que comienza a hacerse fija, de que el jugador no consigue encontrar recompensa al esfuerzo que desde hace varios años lleva haciendo para superar las muchas trabas que se ha encontrado en su objetivo de ser futbolista profesional. A las dificultades soportadas en su tiempo en el Real Valladolid, desde ahora, Carlos Lázaro debe sumar una campaña en la que no ha jugado ni 1.000 minutos pero una temporada que no terminará con él sino que le hará más fuerte, como, desgraciadamente, tantas y tantas otras.
Un esperanzador comienzo
Al poco de llegar a Mendizorroza, todo parecía ilusionante para el olmedano ya que los primeros cuatro partidos que disputó fueron como titular. Tres ligueros, entre la segunda y la cuarta jornada, y un encuentro copero ante el Real Zaragoza. En ese duelo ante los maños llegó el primer problema de la temporada. En el minuto 20 de dicho encuentro, Lázaro tuvo que dejar el terreno de juego. Una lesión muscular le impedía seguir en el terreno de juego y le apartaría de la dinámica del equipo durante cinco semanas. Primer contratiempo y de gran envergadura que frenaba el ilusionante inicio.
Tardaría tiempo en volver pero lo haría para volver a ser titular. Natxo González creía en él y, pese a su lesión, la confianza del primer cuerpo técnico de la temporada no caía. Con su regreso al equipo ante el Fútbol Club Barcelona B, Lázaro encadenó una racha de cinco titularidades en ocho encuentros, disputando 417 minutos. En ese tiempo de juego, el mejor del año, el olmedano recibía la segunda mala noticia de la temporada: la destitución de González. Sin el míster que había confiado en él, comenzaba un periodo de escasas oportunidades y nulo rendimiento, como demuestran los datos. Desde el primer cambio de entrenador, el ex del Real Valladolid ha disputado sólo 234 minutos repartidos en cinco escasas participaciones.
Un duro final individual
Ni con Juan Carlos Mandiá, primero, ni con Alberto López, después, Carlos Lázaro ha conseguido recuperar ese protagonismo inicial. El motivo, entre otros, la falta de rodaje con la que ha llegado al tramo final en el que no ha entrado en ninguna quiniela del equipo. Es más, su última participación se cifra en la jornada 33. Desde el 6 de abril, Carlos Lázaro no ha vuelto a disputar un solo minuto de juego y, tampoco, a ser convocado por su ex compañero Alberto López. Ambos, que coincidieron en la pretemporada de 2008 en el Real Valladolid, no han vivido un buen final de temporada. Uno por el nulo protagonismo y el preparador por la angustia de no saber si se llegaría al objetivo final. Afortunadamente para los dos, el tanto de Guzmán deja al equipo en la categoría de plata. La victoria en Jaén es, sin duda, la mejor noticia de los últimos tres meses para un Lázaro que buscará recompensa a su esfuerzo la temporada que viene y, por suerte, en la ‘Liga adelante’.