Javier Baraja abandona el Real Valladolid. El club pucelano decide prescindir de un capitán con la experiencia de 10 temporadas y 231 partidos como blanquivioleta

“Javi no es que sea importante en el equipo. Él ya es parte del escudo”. Las palabras que durante la concentración de Mondariz de 2012 realizaba Jesús Rueda demostraban qué tipo de jugador es, o era, mejor dicho, Javier Baraja para el Real Valladolid. El vallisoletano era ya por aquel entonces un futbolista secundario en el juego del equipo pero vital en el día a día del vestuario. Con más de 200 partidos como blanquivioleta, muchos de sus compañeros veían en él a un ejemplo de cómo debe ser un profesional y un hombre de club.
Jesús Rueda resumía el pensamiento de esos canteranos pucelanos que sueña con llegar al primer equipo y asentarse en él, pero su opinión era y es la de todos los que sienten al Real Valladolid como parte de su vida. Javier Baraja ha sido en estos últimos años parte muy importante del equipo. Su trabajo, su derroche y su profesionalismo han valido de mucho al club. Cuando había un problema, ya fuera en el verde o fuera de él, el capitán aparecía y eso que en algunos momentos no estaba en sus mejores condiciones. Durante la última campaña, Baraja recomendó a Juan Ignacio Martínez no jugar un encuentro. Sabía que sus condiciones no eran las mejores y en ellas se ha basado el club para tal dura decisión.
El nuevo proyecto del Real Valladolid decide no contar con Javier Baraja. No es la primera vez en los últimos años que un futbolista importante deja de pertenecer al club. El porqué se encuentra en las etapas que vive el fútbol y en que los años y, sobre todo, la inactividad no perdonan. Javier Baraja, vital dentro del vestuario pucelano, puede no estar preparado para una temporada tan exigente como la próxima tras disputar 1.969 minutos en los tres últimos años.
Regreso para triunfar
La realidad de Javier Baraja pasa tristemente por abandonar el Real Valladolid, aquel club por el que apostó en 2005 cuando decidió regresar a su ciudad. Baraja, canterano blanquivioleta y vallisoletano, tuvo que salir de su casa en 2002 para obtener los minutos que no le podía asegurar Pepe Moré, aquel entrenador que le hizo debutar en agosto de 2001 en Primera. Tras dos años en Getafe y uno más en el Málaga B, regresaba a Pucela. Lo hacía con el club en Segunda y con el convencimiento de que debía arrimar el hombro para devolver al club a la élite.
El primer año no lo consiguió pero en el segundo intento, sí. La campaña 2006/2007, la del ascenso de Mendilibar, fue muy importante para el futbolista. En ella se asentó en el equipo y en una demarcación casi nueva para él. Baraja, lateral generalmente, se consolidó como central. Desde el eje de la zaga viviría los mejores años de su vida y casi 50 partidos en la élite.
[pullquote align=»right»] Javier Baraja pasó a centrocampista de la mano Javier Clemente en el Pucela. Léelo ¡AQUÍ! [/pullquote]
Más tarde, con las deficiencias que mostraba el equipo, tuvo que adelantar su posición. De la mano de Javier Clemente, el capitán se quedó definitivamente como centrocampista. Su derroche, su fuerza y su golpeo de balón invitaron al rubio de Barakaldo a adelantar su puesto, algo que repetirían sus últimos cuatro entrenadores, Antonio Gómez, Abel Resino, Miroslav Djukic y Juan Ignacio Martínez.
Un duro final
Estos últimos preparadores del vallisoletano coincidieron en el puesto, pero no en la confianza. Con el paso de las temporadas el peso del jugador ha ido disminuyendo salvo en el caso de Abel Resino. El técnico toledano siempre confió en el capitán hasta el punto de hacerlo básico en las alineaciones de su periplo blanquivioleta. El ex del Atlético de Madrid contó mucho con Baraja, algo que ni Djukic ni Juan Ignacio pueden afirmar. Pese a tenerle casi siempre presente en sus convocatorias, el jugador cuenta las últimas campañas con pocas alegrías.
[pullquote align=»right»] Las tristes cifras finales de Javier Baraja en las tres últimas campañas en el Pucela. Léelas ¡AQUÍ! [/pullquote]
El final de poco juego ha terminado por matar al jugador. El Real Valladolid ha decidió apostar por nuevas adquisiciones en lugar de por la experiencia y el conocimiento de Javier Baraja del club y de la categoría. Los 231 partidos con el Real Valladolid y los 174 en la categoría de plata no han pesado lo suficiente para una decisión tan dura como es la de decir al capitán del equipo que debe abandonar el club. Su club.