El Pucela regresa a una categoría que devora en 42 largas jornadas. En la ‘Liga adelante’ el pasado reciente no vale y los jugadores deben cambiar su mentalidad

Durante la estancia de José Luis Mendilibar en el Real Valladolid, que se alargó desde 2006 a 2010, el técnico de Zaldívar enseñó mucho a la afición blanquivioleta y a los dirigentes del club. Sin querer señalar errores de pasado, el ex entrenador pucelano dejaba claro que sin ser un equipo de Segunda división no se puede competir en la hoy llamada ‘Liga adelante’. El preparador vasco resumía mucho del éxito de la magnífica temporada 2006/2007 en que aquel año la plantilla esta adecuada a la categoría. Tras dos fracasos, el club aprendió y confeccionó, junto a él, un plantel muy capacitado para competir en el día a día de una categoría tan exigente como especial.
Durante la conocida temporada de los récords, el Real Valladolid y su entorno entendió cómo es esta categoría a la que el club debe regresar ahora. En Segunda dan igual los nombres. En ella es mucho más pronunciada esa frase de que “el fútbol no son jugadores, es un equipo”. Por mucho que una plantilla tenga cuatro delanteros de gran nivel como los que juntó el Pucela en 2005, nadie asegura el éxito. Conseguir reclutar a Joseba Llorente, Aritz Aduriz, Tote y Víctor no sirvió para que el Pucela pudiera, ni tan siquiera, soñar con el ascenso. Aquel equipo no estaba conjuntado y ni sabía cuáles eran sus exigencias. Al tiempo se vio que aquellas ideas de 2004 y 2005 eran un fracaso, que esta temporada no se puede cometer bajo ningún concepto.
Dos buenos planteamientos
Actualmente un descenso conlleva mucho dolor para un equipo. Saber aclimatarse a esta categoría es extremadamente complicado. Los descendidos buscan más un ascenso rápido que un proyecto serio. Los problemas económicos asfixian y nublan la vista de los dirigentes. Por suerte en el Real Valladolid todo indica que no va a ser así. La dura realidad blanquivioleta le mantiene muy fresca la categoría y le recuerda sus dos últimas temporadas en la categoría.
[quote style=»3″] Hay más jugadores de Primera que no valen para Segunda que de Segunda para Primera.
José Luis Mendilibar, ex entrenador del Real Valladolid.[/quote]
Pese a que la 2010/2011 y la 2011/2012 tuvieron resultados distintos, la idea el club fue muy similar. En ambos proyectos el club dibujó una plantilla de Segunda. Por aspectos del fútbol y algunos errores, el éxito no llegó pronto. En 2011 no se consiguió el ascenso pero se dejaron bien sentadas las bases del éxito de 2012. La llegada de jugadores experimentados como Carlos Peña, Jofre Mateu o Mehdi Nafti convirtieron al Real Valladolid en un equipo propio de la categoría. Con diversos fichajes y varios retoques, Carlos Suárez y los directores deportivos consiguieron confeccionar el mono de trabajo que necesitaba el equipo. El vestuario adquirió ese carácter que necesitaba y los resultados terminaron llegando para un club que había aprendido de los errores del pasado.
Un equipo experimentado
Mucho se dice en el fútbol que “cuando haces las cosas bien te pueden salir mal. Si las haces mal, te saldrán mal”. Esto es un deporte que casi nada es previsible y hacer una buena plantilla con el estilo que necesita la categoría no te asegura nada. La entidad de los rivales, la exigencia del día a día y los problemas propios te pueden apartar del ascenso pero con un buen proyecto, todo está más cerca.
[pullquote align=»right»] La actual plantilla del Real Valladolid, sin renovaciones, ha disputado 715 partidos en Segunda división. [/pullquote]
Si el Real Valladolid consigue formar un equipo que sepa qué es la Segunda división no va a ascender pero lo tendrá mucho más cerca. Si el club acierta en el entrenador, el éxito parecerá más cercano aunque nada será fácil. Si Braulio consigue formar un buen plantel, la temporada tomará tintes positivos aunque necesitará tiempo. Sin ninguna duda, todo equipo necesitará de jornadas y de entrenamientos para hacerse a la realidad aunque este equipo ya tenga parte ganada.
Con la presencia de Carlos Peña, Marc Valiente, Jesús Rueda, Lluís Sastre, Omar Ramos, Óscar González y Diego Mariño, el club suma 715 partidos en la categoría. Es una cifra suficiente para hacer ver dónde está el equipo y qué necesita. Si finalmente llegan renovaciones, el vestuario podría tener, antes de empezar el recuerdo de 1.347 partidos en Segunda. Con Álvaro Rubio (214), Javier Baraja (174), Jaime Jiménez (157) y Víctor Pérez (87), el Real Valladolid habrá dejado plantadas unas bases que necesitarán ser pinceladas y retocadas pero que dejaran un vestuario algo más capacitado en una categoría muy dura y sin piedad. Que sepan lo que es la ‘Liga adelante’ no asegurará el éxito del equipo, sí un mejor margen de inicio. Nada más y nada menos.