El Real Valladolid de la 2006/2007 triunfó con la filosofía del “partido a partido”
El Atlético de Madrid de Simeone es el club de moda. Sus resultados, su juego y su filosofía han calado en el aficionado al fútbol que admira la capacidad de transmitir del técnico argentino y de sus ayudantes. Hacer ver a una plantilla esa idea del “partido a partido” es tan importante como complicado. Conseguir que un grupo de profesionales sea capaz de mirar sólo en el próximo duelo puede ser trascendental para cumplir los objetivos. Los rojiblancos lo están consiguiendo como José Luis Mendilibar lo hizo en la campaña 2006/2007 en el Real Valladolid. Aquella temporada, en el meteórico ascenso a Primera, la filosofía de “partido a partido y semana a semana” caló en un equipo que permaneció 29 partidos consecutivos sin perder.
Semana a semana
25 de marzo de 2007, el Real Valladolid se impone (0-1) en el Martínez Valero de Elche y Sergio Sánchez, periodista de Canal Plus, entrevista a José Luis Mendilibar en el propio césped ilicitano. “José Luis, una nueva victoria más, ya 24 jornadas sin perder, que se dice pronto, y qué cerca está ya la Primera división”, preguntaba en forma de afirmación y felicitación. “Sí. Ya con este resultado y con los resultados de los demás equipos, que también nos ayudan un poquitín, ya está más cerca pero todavía no estamos y vamos a seguir con la misma historia de siempre. Semana a semana, partido a partido y tratar de jugar con la intensidad que estamos jugando”.
En esa entrevista, tras acercarse un poco más al ascenso de categoría, José Luis Mendilibar sacaba a relucir, nuevamente, la filosofía que había hecho creer a sus jugadores desde su llegada al club pucelano. Como ya afirmaba en su presentación el 21 de junio del 2006, las 42 jornadas de Segunda te obligan a mirar “poco a poco”. De esta forma, y según la opinión del entrenador de Zaldívar, es la competición la que te coloca en la posición que te mereces. Esta idea y la filosofía marcada son lo puntos que llevaron a su Real Valladolid a Primera y que actualmente tienen al Atlético de Madrid en un escalón europeo muy alto. Los jugadores deben afrontar las semanas sin prisas, sin presión y sin obligaciones más allá del siguiente partido.
Intensidad alta
Viendo el éxito del equipo rojiblanco muchos se preguntan cuál es el secreto de esta filosofía. Para Mendilibar, la primera obligación es “hacer creer a la plantilla de lo que vendes porque si no estás muerto”. Si el vestuario cree en lo que el entrenador ofrece, adelante. El primer paso está dado. El siguiente ya son los resultados. Si el equipo cree en lo que quiere el entrenador y ve que esta idea lleva a victorias y buenos resultados, todo es más sencillo. El camino está preparado para triunfar y para imponer esa intensidad necesaria.
Si el cuerpo técnico consigue hacer ver a la plantilla que lo importante es el siguiente partido, y nada más, el jugador lo dará todo durante esos 90 minutos. El futbolista disputará ese partido al 100% y con una intensidad alta, el ingrediente más importante para llevar a cabo esta filosofía. Para ir “semana a semana y partido a partido”, el jugador no se puede reservar ninguna de sus energías. Él no puede mirar más allá de por lo que está peleando en ese momento. El entrenador, sí. Es más, debe hacerlo por el beneficio de su equipo.
Programación
Que el futbolista no pueda mirar más lejos del siguiente partido no quita para que el entrenador lleve una programación completa. Que el entrenador haga creer a su plantilla una idea no quiere decir que toda su programación sea semanal. Evidentemente, Diego Pablo Simeone y su equipo trabajan y programan con espacios de tiempo más amplios. Igual que lo hacía José Luis Mendilibar en la campaña 2006/2007, cuando consiguió superar el récord de puntos hasta aquella temporada y guió al Pucela hasta los cuartos de final de la Copa del Rey.
El ex entrenador del Real Valladolid programaba y analizaba. Si había un jugador que no podía estar al 100% ni hacer un esfuerzo de 90 minutos, no jugada. No lo hacía de igual forma que Diego Costa no ha participado en los recientes cuartos de final de Champions ante el Fútbol Club Barcelona. Si un jugador no está para competir y marcar la intensidad obligatoria para este estilo, un compañero aparece en escena para hacerlo igual de bien o mejor que aquel que no está en sus mejores condiciones. Evidentemente, hay roles, rasgos y estatus dentro del vestuario pero siempre dentro de una unión que se produce gracias a que los entrenadores convencen a las plantillas y que éstas confían en sus preparadores. Si no se produce esa reciprocidad es imposible el “partido a partido”, el “semana a semana” y cualquier otra filosofía. La firme José Luis Mendilibar, Diego Pablo Simeone o Pep Guardiola.