Con más de la mitad del tiempo del mercado invernal, el Pucela aumentará su actividad ahora. Pese a exigencias de plantilla, el equipo necesita tranquilidad
• El Real Valladolid necesita imperiosamente a un defensa central, con la recomendación de un extremo zurdo.
• El mercado invernal también podría estar marcado por la salida de jugadores sin excesivos minutos de juego.
• Pendientes de lo económico, desde el club no se debe agitar en exceso a una plantilla necesitada de confianza.

Es verdad que el Pucela necesita un defensa central. También es cierto que al Real Valladolid le vendría muy bien reforzar los extremos y más concretamente el costado zurdo. De igual manera, Juan Ignacio Martínez necesitaría ver cubiertas aquellas bajas que pueda sufrir el equipo pero lo que el club blanquivioleta exige es tranquilidad y las mínimas tormentas posibles de cara al mercado invernal y a las consecuencias que éste puede tener para un vestuario que lo que necesita actualmente es tranquilidad, confianza y apoyo.
Puede resultar arriesgado pedir seguridad sobre un vestuario que sólo ha sido capaz de sumar 16 puntos en las primeras 19 jornadas pero la realidad es que los integrantes actuales del vestuario pucelano son aquellos que firmarán el descenso o la salvación en los próximos meses. Con contadas excepciones, el actual Pucela es el formado por los triunfadores o los fracasados de los próximos meses de mayo o de junio cuando la liga llegue a su fin y el Pucela sepa su destino.
Marcos, tajante
Esta idea de confiar en lo que se tiene y no volverse loco en el mercado invernal está grabada a fuego en la mente de Alberto Marcos, director deportivo pucelano. Sea por convencimiento o escasez económica, el ex jugador ya dejaba claro el pasado lunes que los movimientos del vestuario pucelano serían mínimos porque aquellos que marcarán el futuro del club se encuentran ya de blanquivioleta. “Si pensamos que los que venga van a ser los salvadores, estamos equivocados”, afirmaba el lunes mientras reconocía que el actual vestuario “ha tenido bastantes más cosas buenas que malas en dos años y medio”.
Este convencimiento que el de Camarma de Esteruelas tiene sobre el vestuario se debe demostrar en los próximos días. El club no puede perder los nervios, no puede pillarse los dedos, no debe crear un nuevo periodo de aclimatación y, ante todo, no debe mostrar nerviosismo ni falta de personalidad. Desde el club se debe confiar en aquellos que el pasado verano formaron un conjunto, que con sus limitaciones económicas, era una plantilla al gusto de la mayoría. Ese grupo necesita un golpe de confianza, una demostración de seguridad del club. Así, si las palabras de Marcos se confirman y el club retoca la plantilla y no le da un lavado completo, el grupo lo agradecerá. La primera defensa sobre el vestuario llega en los próximos días y el director deportivo no puede faltar a su palabra.
Más sombras que luces
Desde el club se vende ese pensamiento de que los “salvadores” ya están en el club por convencimiento y por memoria. La historia reciente del Real Valladolid te dice que los fichajes invernales no han conseguido cambiar la dinámica del equipo. Realmente, de los 15 últimos fichajes invernales del Real Valladolid, sólo Daniel Larsson hace un año, Mehdi Nafti en 2001, Henrique Sereno en el año 2010 y Vladimir Manchev en 2007 han conseguido cambiar la situación y dejar un buen recuerdo más allá de una aportación mínima que no terminó reportando nada al club.

Pese al maquillaje de juego que hicieron futbolistas como Matabuena o Juanito en el año 2011 o Del Horno y Keko en 2010, sus aportaciones no fueron constantes y por diferentes motivos no consiguieron cambiar la dinámica de un Real Valladolid que no conseguiría sus objetivos. En un escalón por debajo de ellos, o quizás dos, se encuentran fichajes invernales recientes como Fabio Faria, Pedro Oldoni, Daniel Kome, Vladimir Manchev y su segunda llegada al Real Valladolid y el más reciente de todos, Valdet Rama. Ninguno de estos jugadores consiguió demostrar nada en los partidos que disputaron en sus primeros seis meses de blanquivioleta. Ellos hicieron buena la frase que tajantemente repetía, una y otra vez, Alberto Marcos el pasado lunes. “Los salvadores son aquellos señores que nos han llevado a estar donde estamos ahora, para lo bueno y para lo malo”.
La mano derecha actual de Carlos Suárez habla desde la experiencia y desde el conocimiento que le han dado los años en el vestuario pucelano, un lugar que ha visto pasar a muchos fichajes invernales que han pasado con más pena que gloria y que han necesitado un periodo de aclimatación que, actualmente, el Pucela no tiene. Como tiempo no sobra y economía tampoco, es el momento de confiar en los que están y en esos «detalles» que el club consiga firmar. Con ellos se irá a por el objetivo de la salvación y se hará con el grupo asentado y respaldado.