El Pucela de Miroslav Djukic, aún en construcción en la octava jornada, lograba empatar en el último minuto tras buscar el gol en toda la segunda mitad
Siempre ha sido incómodo visitar el estadio de los juegos del Mediterraneo de Almería. El Real Valladolid nunca ha logrado ganar allí, aunque bien es cierto que el feudo almeriense apenas cuenta con nueve años de vida. En la última visita blanquivioleta, la Unión Deportiva Almería llegaba enrachada a la cita y lo hacía como líder de la categoría e imbatido, tras siete partidos. Por su parte, los de Djukic llegaban a la octava jornada con buenas sensaciones en su juego pero con titubeantes lagunas en algunas fases de los partidos que habían costado algún punto que otro y que levantaban ciertas dudas en el entorno.
Así los primeros minutos fueron de tanteo continuo. Ni rojiblancos ni blanquivioletas se hacían con el dominio de la pelota. Era una batalla táctica en el centro del campo que ninguno de los dos quería perder. El guión del partido cambió a consecuencia de un balón parado. Miguel Ángel Corona ejecutó una falta salvando la barrera y superando a un Jaime que nada pudo hacer en su estirada. Corría el minuto 38 y el Real Valladolid encajaba un duro golpe que pudo incluso ser peor ya que los andaluces apretaron de lo lindo para lograr más ventaja en el marcador antes del descanso.
En la segunda mitad el Pucela mostró su cara más dulce mientras que los de Lucas Alcaraz replegaron filas y se olvidaron de visitar el área rival. Pasaban los minutos y el plan local salía a la perfección. Los espacios eran mínimos y a pesar que el Real Valladolid movía de un lado a otro la pelota con cierta rapidez, apenas encontraba huecos para generar peligro, y en las ocasiones que lo hacía, se cruzaba en el camino un seguro Esteban.
Con esta dinámica hubo que esperar al último minuto para encontrar la recompensa de un punto en un partido que se escapaba. Un envío al área de Balenziaga y un gran remate de cabeza de Javi Guerra, bien picado abajo junto al palo, se volvió imposible para el portero local. Así, el equipo pucelano, con mucha vergüenza futbolística, encontró premio gracias a no bajar los brazos, aún mostrando ciertos síntomas de agotamiento en la última fase de partido provocados por el apretado calendario que les llevaba a disputar cuatro partidos en sólo 13 días y tras tres viajes de largo recorrido.
Esa lucha y esa fe bien puede ser el camino a seguir por este Real Valladolid modelo 2013/2014. Un equipo que hasta ahora se ha encontrado muchas adversidades, pero que no da su brazo a torcer en ningún momento y que de seguir así seguro que encontrará premio al final de la temporada.
Alineación blanquivioleta: Jaime Jiménez; Sergio Blázquez ‘Tekio’, Marc Valiente, Jesús Rueda, Mikel Balenziaga; Nauzet Alemán (Marquitos 72´), Víctor Pérez, Mehdi Nafti (Javier Baraja 81), Sisi González; Óscar González (Alberto Bueno 66’), Javi Guerra.
Vídeo del partido: