Después de regresar a la titularidad, Omar Ramos no aprovecha su oportunidad. El extremo canario disputa 67 minutos en los que no consiguió mostrar su nivel

Omar Ramos llegaba al Estadio de los Juegos del Mediterráneo con la sensación de afrontar el partido como un examen. No es la forma en la que un jugador quiere saltar al terreno de juego pero, realmente, así era para el futbolista canario. Después de no disputar ni un solo minuto en Vallecas y ser suplente ante la Real Sociedad, el ‘14’ blanquivioleta regresaba al once inicial después de ser señalado directamente en el mal inicio del encuentro ante el Sevilla. En Almería, al regresar al once titular, Omar parecía jugársela en la que fue su casa durante un corto periodo de tiempo. Los nervios, la presión o un hipotético mal estado de forma le lastraban. El canario, escondido y acogotado en algunas fases del partido, no mostraba su nivel y suspendía el partido/examen cuando en el minuto 67 lo sustituía Valdet Rama.
Con la entrada del futbolista albanés se perdía la opción de revalorizarse que tenía Omar en Almería. Tras verse abocado al banquillo y participar activamente en la remontada ante la Real Sociedad, el ex del Huesca tenía su oportunidad, su examen y su opción, unas posibilidades que no aprovechaba y que le vuelven a colocar en la picota.
Poca profundidad
El buen Omar Ramos es un futbolista casi de fútbol-sala. Se trata de un jugador con gran regate, una soberbia habilidad, un potente disparo y una gran capacidad de llegar a línea de fondo y dar profundidad al equipo. Todas esas cualidades se vieron la temporada pasada en diferentes partidos. En su debut en La Romareda ya dejó destellos de la calidad por la que se le fichó, pero esta temporada no lo está consiguiendo. Su encuentro el Almería es el reflejo de la floja temporada que está firmando. Pese a realizar una gran pretemporada en la que se ganó, con creces, el puesto en los esquemas de Juan Ignacio Martínez, el tiempo está haciéndole mucho daño.
Desde el inicio de campaña sólo se está viendo a Omar con cuentagotas. Gracias a detalles como el de la asistencia a Daniel Larsson en el 1-2 ante la Real Sociedad, el canario sigue teniendo un status en el equipo, en el club y en el aficionado. Desgraciadamente para él, ese nivel va disminuyendo y el futbolista empieza a tener más detractores que defensores, aunque ya se sabe que en el fútbol todo cambia con una jugada, con un detalle o con un gol. Para lo bueno o para lo malo, el fútbol es así.