Tras desvincularse del Real Valladolid, Quique González disfruta del fútbol. En las filas del Deportivo Guadalajara ha encontrado felicidad, confianza y estabilidad
• En pocas jornadas Quique González se ha convertido en la referencia ofensiva del Club Deportivo Guadalajara.
• Con seis goles en los ocho partidos, el vallisoletano es el segundo máximo goleador del grupo IV de Segunda B.
• Hasta la fecha ha disputado 732 minutos como delantero centro, demostrando grandes cualidades técnicas.

El pasado 21 de agosto de 2013 la etapa de Quique González en el Real Valladolid llegaba a su fin. Después de llegar a un acuerdo para rescindir su contrato, club y jugador llegaban al acuerdo de finalizar con más de 10 años de unión y formación. Desde que el vallisoletano entró a formar parte del equipo en categoría benjamín hasta el pasado verano, todo el futbol para el jugador se definía en blanco y violeta. Aún en la cesión que vivió en la temporada 2011/2012 a la Unión Deportivo Logroñés, el Real Valladolid estaba presente en la vida de Quique. El club, su club, siempre había tenido peso hasta el pasado verano. Ahí todo terminó y lo hizo de una forma trágica.
Tras una vida dedicada al Real Valladolid, el futbolista salía por la puerta de atrás dirección Guadalajara. Otro equipo morado se fijaba en él y lo hacía para convertirle en uno de los referentes ofensivos de su intento por retornar a Segunda división después del descenso administrativo que vivía el equipo el pasado mes de mayo. Así, con un contrato por un año, Quique hacía las maletas a la zona alcarreña con el objetivo de hacer goles y ascender pero, principalmente, con el objetivo de volver a disfrutar del fútbol y encontrar felicidad, confianza y estabilidad, ingredientes de la vida de cualquier futbolista que en los últimos años le habían sido esquivos.
Llegar y gol
Así, las ilusiones eran unas y la realidad no está siendo muy distinta a lo que el jugador soñaba al firmar por el club del Pedro Escartín. Desde el primer día todo ha ido rodado para el vallisoletano porque además de ser titular y disputar minutos de juego, ha conseguido ver puerta. Ya en el primer partido, sólo cuatro días después de llegar a Guadalajara, anoataba un gol importante para el equipo. Gracias a un gran lanzamiento de falta del canterano pucelano, el Deportivo Guadalajara comenzaba la temporada en Segunda B con victoria sobre el filial del Almería.
Aquel primer tanto era el inicio perfecto para un jugador que aceptaba el segundo ataque del club alcarreño por hacerse por sus fichajes. Si el equipo manchego pudo hacerse con el futbolista de una forma tan rápida como lo hizo fue gracias a los informes que existían en el club sobre él. El anterior entrenador, Carlos Terrazas, intentó su incorporación de forma tímida en el verano de 2011 pero, finalmente, el acuerdo no llegó a cristalizarse.
[pullquote align=»right»] Hasta el momento Quique firma seis goles en ocho partidos ligueros con el Deportivo Guadalajara. [/pullquote]
Dos años más tardes, el acuerdo sí se produjo y el jugador es morado. Lo es y lo agradece. Desde aquel gol al Almería B todo ha sido tan bonito como el primer día. Desde aquella jornada inaugural, Quique ha sido titular en las ocho jornadas que el Guadalajara ha disputado. De esos ocho partidos, seis los ha disputado completos y sólo en dos ha sido sustituido. Esto hace un total de 717 minutos a los que hay que sumar los 15 que disputó ante el Fútbol Club Cartagena en la ronda copera del 4 de septiembre.
Un ‘9’ goleador
Con 732 minutos en nueve encuentros, Quique González está feliz y lo está también por su bagaje goleador. En estos encuentros el vallisoletano ha firmado seis goles. Este registro, que le lleva a ser el segundo máximo goleador del grupo IV de Segunda B, es alto y lo es porque en esta nueva andadura está actuando con delantero centro del equipo alcarreño.
Como se puede leer en la última edición de la revista digital del Deportivo Guadalajara, en la que Quique es portada, para su nuevo club, el jugador es “un futbolista total que atesora multitud de cualidades que le hacen ser muy peligroso. Es rápido de piernas y en la toma de decisiones. Técnicamente muy dotado, con un gran golpeo de balón y poderoso en el salto”. Todas estas cualidades le hacen “capaz de ser un único punta de referencia, enfrentándose a defensas con mucha presencia física”.
No hay duda de que la descripción oficial del club es halagadora. Lo es por el buen momento del futbolista, un jugador que como referencia ofensiva está mostrando grandes cualidades. Además de mostrar un estado físico óptimo la técnica de la pierna zurda de Quique está saliendo a la luz en el Pedro Escartín. Con fuerza, goles y liderazgo, Quique ha encontrado todo aquello que le faltó en las dos últimas temporadas en las que formó parte del Real Valladolid. Ahora él es feliz y su fútbol lo nota.