Tras un reñido partido, el Pucela se impone al Sporting en los penaltis ● El tanto de Javi Guerra en la primera parte no tuvo premio hasta la última pena máxima

El Real Valladolid de Juan Ignacio Martínez sigue avanzando y lo hace con paso firme y seguro. Independientemente de que el Real Valladolid se adjudicara el XV Trofeo Ramón Losada en la tanda de penaltis, la imagen del encuentro resulta buena. Son sensaciones positivas no por un estilo de juego bonito, asentado y atractivo como en partidos pasados. Esta vez, lo atractivo del avance pucelano fue la imagen de equipo compacto, trabajado y serio. Durante los 90 minutos de partido los pucelanos no han conseguido llevar la manija pero sí que se han acoplado a un plan B.
Con este nuevo formato, tan válido y necesario como el otro, se ha forjado un partido serio, sin fisuras y que sólo ha concedido un fallo en el saque de un lanzamiento de córner. Ahí llevaba el tanto sportinguista. Bernardo, ex del Sevilla y el Racing, neutralizaba el tanto inicial de Javi Guerra. Ambos goles quedarían en el aire hasta que en la tanda de penaltis el Real Valladolid se adjudicara el trofeo mostrando un nuevo perfil al que se ha adecuado durante el partido y ante el empuje de un rival con un día más afortunado.
Clase de Omar. Gol de Guerra
Pese a que el partido tomó unos derroteros que llevaron a ver un plan secundario del Real Valladolid, esa idea no fue programada por el cuerpo técnico. Juan Ignacio Martínez, entrenador tremendamente perfeccionista, ideaba el partido para seguir con el trabajo del equipo. Así, y con las bajas muy presentes, el Pucela comenzaba con Diego Mariño; Antonio Rukavina, Jesús Rueda, Marc Valiente, Carlos Peña; Lluís Sastre, Álvaro Rubio; Alcatraz García, Óscar González, Omar Ramos; y Javi Guerra.
El once, que sin Patrick Ebert y a la falta de algunos fichajes, puede ser perfectamente el once del estreno liguero ante el Athletic de Bilbao mostró cansancio, pesadez en las piernas y poca claridad en el juego. Las cargas continuas de trabajo se notan y el Pucela no mostró su presión adelantada, su ritmo alto de juego y su transiciones veloces. El viaje y el trabajo acumulado no dejaron ver un Pucela bonito pero sí un Real Valladolid práctico y contundente.
El Sporting tenía el balón, generaba más peligro y se acercaba con peligro a la meta pucelana, defendida, inicialmente, por Diego Mariño y, después por Jaime Jiménez. Los rojiblancos eran los protagonistas principales y los pucelanos los secundarios. En esos coletazos del monopolio gijonés, el Pucela demostraba la superior categoría. Pocas ocasiones pero mucho peligro. Pocos acercamientos sobre la meta del Sporting pero ocasiones de gol y miedo asturiano. En uno de estos acercamientos llegó el primer tanto, el 0-1 de Javi Guerra. Uno de esos golpes pucelanos, Omar demostraba su calidad. Recorte, profundidad y asistencia de gol. Javi Guerra, con la caña preparada, no fallaba.
Empate y penaltis
Al borde del descanso el Pucela se adelantaba en el marcador y partía diferencias por la calidad ofensiva del Real Valladolid y el gran saber estar y trabajo de la defensa pucelana. La superioridad pucelana duró unos minutos de la segunda parte. Futbolísticamente se podría decir que la victoria visitante duró hasta el final del partido. Con el gol del empate de Bernardo, el encuentro llegó a su fin en lo que a fútbol se refiere. Nula intensidad pocas ocasiones y un camino llano y directo hasta el punto de penalti.
Desde los once metros el éxito de gol fue nulo, casi al nivel del partido. Dos goles pucelanos y uno sportinguista dieron la victoria al equipo de Juan Ignacio Martínez en el XV Trofeo Ramón Losada. El Pucela la obtenía desde los once metros pero pudo obtenerla en las botas de Javi Guerra cuando el palo repelía un disparo del futbolista malagueño. La madera mandaba a los once metros como la gran actuación de los porteros vallisoletanos evitaban la victoria rojiblanca. Finalmente, los porteros pucelanos ganaron a los palos y los pucelanos se llevaron el trofeo. Un premio que significa el asentamiento de la idea y la confirmación de unas variables muy necesarias para este nuevo proyecto.