El Real Valladolid realiza el partido más completo hasta la fecha en Albacete (1-4) ● Javi Guerra, Patrick Ebert, Luís Sastre y Quique González, los goleadores
San Pedro del Pinatar ha sido un éxito, de momento. Así se podría calificar la estancia de pretemporada del Real Valladolid gracias al encuentro que los jugadores de Juan Ignacio Martínez han disputado en el Carlos Belmonte ante el Albacete Balompié. Es cierto que el nivel del rival era de dos categorías inferiores pero también lo era el Huracán Valencia hace seis días. En aquel partido, los blanquivioletas demostraron el salto de categoría pero no superaron a los valencianos en el juego, en las ocasiones y, casi, ni en el resultado (1-2). Ante los manchegos ha sido todo lo contrario. El Pucela, dueño del balón desde el primer minuto, generaba ocasión tras ocasión durante los 90 minutos.
Por momentos, el Albacete era un juguete en manos de un Pucela rodado, que juega casi de memoria y que no ha escatimado en calidad en tierras manchegas. Con la solvente victoria ante el equipo de Luís César Sampedro los pucelanos cierran la segunda parte de la pretemporada y encaran la última y más importante con seguridad, ideas y compromiso. Sólo falta detallar en el aspecto físico, táctico y grupal, y para este último la palabra pertenece a los despachos. Lo relativo al terreno de juego va por buen camino.
Dominio absoluto
Tras la alta carga de los entrenamientos en tierras murcianas y los tres encuentros, dos de ellos de forma consecutiva, podía parecer que Juan Ignacio Martínez optaría por un ‘plan B’ en Albacete. Ya fuera por jugadores o estilo, la opción de un partido de transición flotaba por el ambiente blanquivioleta, pero nada de eso. El cuerpo técnico blanquivioleta no quiere perder el tiempo y formaba inicialmente con Jaime Jiménez; Antonio Rukavina, Heinz Barmettler, Marc Valiente, Zakarya Bergdich; Javier Baraja, Álvaro Rubio; Patrick Ebert, Óscar González, Valdet Rama; y Javi Guerra. Un once de garantías con muchos ‘titulares’ y enorme dinamita en la parte ofensiva.
Con la superioridad técnica que ya provoca tener en el terreno de juego a Patrick Ebert y Óscar González, el Pucela comenzaba ganado el partido. Tras un inicio como toma de contacto, los blanquivioleta se hicieron con el centro del campo y, partiendo desde ahí, comenzaron a generar superioridad. Rukavina y Ebert hacían sufrir al costado zurdo del Albacete y Valdet Rama buscaba con insistencia el gol. Finalmente no fue el albanés el que hizo el 0-1 y no fue por falta de oportunidades.
Javi Guerra rompía la igualdad gracias a un derechazo desde la frontal. Su disparo, tocaba en un defensa, y se alojaba en la meta manchega. Con el estreno goleador del malagueño se afianzó la idea de la superioridad pucelana. Desborde, transiciones rápidas, mucha velocidad y el 0-2. Patrick Ebert ampliaba diferencias y firmaba con seguridad que el Pucela está en un buen momento. Hasta tal punto es el buen hacer de este equipo en estos días que ni la mala fortuna del 1-2, en forma de auto gol, quitaba un solo ápice a las buenas críticas de la primera parte.
Ganas de fútbol
Realmente el 1-2 no hacia justicia a lo visto en el terreno de juego pero, al final, fue un premio para el Pucela y los jugadores suplentes. Con el gol albaceteño, la necesidad de competir el resto de partido era una obligación. Con el recuerdo de las segundas partes ante Elche y Almería, tiempo en el que los continuos cambios de jugadores frenaban el ritmo, ante los manchegos, los sustitutos no quisieron perder la oportunidad.
Cinco cambios del descanso, dos más en el minuto 65 y tres últimos en el 70 no frenaron las ganas blanquivioletas. Tal era la intensidad de los pucelanos, que dos cambios marcaron en los segundos 45 minutos. En los partidos anteriores, ante este arsenal de cambios, ningún futbolista fresco marcó las diferencias. En el Carlos Belmonte no fue así. Lluís Sastre firmó un buen gol con la pierna izquierda y Quique González un gran tanto con la derecha.
La confianza estaba por las nubes en los últimos minutos del partido y seguirá estándolo tras el gran partido ante el Albacete Balompié. La abultada victoria determina que el camino trazado por el cuerpo técnico es el idóneo para esta plantilla que ya desea el inicio liguero. Antes de ello, tres encuentros más para seguir calibrando el estado de un proyecto con la base asentada y los retoques lujosos de un equipo de trabajo con todas las letras.