Era de esperar. Con la renovación por una temporada más Jaime Jiménez y el fichaje, por cinco temporadas, de Diego Mariño, la salida de Daniel Hernández era cuestión de días. El portero venezolano abandona el Real Valladolid durante las dos próximas temporadas después de que el club blanquivioleta y el Asteras Trípolis de Grecia hayan llegado a un acuerdo para la cesión. Previo a la negocación con el club heleno, el venezolano firmaba una renovación que hará que durante y después de su cesión sea propiedad blanquivioleta.
Con la negociación cerrada, Dani Hernández deja la concentración blanquivioleta para mantener minutos de juego en el extranjero que le aseguren continuar defendiendo la portería de Venezuela. Dani y su país se encuentran en la lucha por acudir al Mundial 2014 de Brasil. Pese a la dificultad de lo que sería el mayor éxito futbolístico de los vinotinto, el cancerbero ha querido apostar por cumplir el sueño que tiene de su infancia. Como toda decisión, ésta tiene un precio para el jugador que por cumplir el sueño venezolano deberá terminar con el vallisoletano. Al menos, por un tiempo
Sueño blanquivioleta
En la escala de prioridades de Dani Hernández, Venezuela ocupa un puesto importante, por no decir que prioritario. El ex del Real Murcia quiere seguir defendiendo a su país y sabe que para ello debe tener minutos. En Valladolid esa exigencia está muy cara y el jugador ha decidido salir. Lo hace tras cumplir un sueño casi tan importante como el que es para él defender a Venezuela.
Cuando Dani llegó al Real Valladolid hace casi dos años no podía imaginar lo que ha terminado viviendo. Sabía que apostaba por un equipo con opciones de ascenso pero no podría esperar que firmaba para cumplir ese objetivo en el campo. Dani fue el cancerbero del play-off y, durante la pasada temporada, el portero titular durante gran parte del campeonato. Un sueño inimaginable para un futbolista que sólo había sido titular una temporada y en Segunda B. Los fracasos en Real Murcia, Sociedad Deportiva Huesca o Rayo Vallecano hacían inviable todo lo que ha vivido de blanquivioleta de igual forma que el sueño vinotinto no sería real sin su ascenso y debut en la élite del fútbol español.