Cuando dentro de diez o doce años Mikel Balenziaga recuerde su paso por el Real Valladolid en, por ejemplo, la rueda de prensa en la que comunique su retirada, se emocionará. Lo hará consciente de que de blanquivioleta vivió éxitos muy importantes para su carrera. En aquel momento diferentes niveles de triunfos le llegaran a la mente. Serán pequeños premios blanquivioletas pero victorias que le permitieron volver a sentirse futbolista y conseguir el objetivo que tuvo con su llegada al estadio José Zorrilla: volver a su casa profesional, el Athletic de Bilbao.
Por su parte, dentro de un tiempo, cuando el futbolista regrese a Valladolid para defender la camiseta del Athletic, el público le recibirá como uno de esos héroes silenciosos que siempre han existido para el estadio José Zorrilla. Pequeños triunfadores como Borja Fernández u Óscar Sánchez, que no fueron vitoreados de blanquivioletas pero que a su marcha se les empezó a valorar como merecían. A su vuelta se les premió y con su regreso se premiará a Mikel Balenziaga como se ha merecido en estas dos temporadas.
Comodín de los laterales
Puede parecer exagerado un homenaje a ‘El expreso de Zumárraga’, pero realmente lo merece. Ha sido uno de los héroes del ascenso. Uno de esos futbolistas que defendió el escudo laureado del Real Valladolid pese a los problemas institucionales del club. Lo hizo reinventándose y trabajando en funciones complicadas para él. Cuando el equipo lo necesitaba para el lateral izquierdo estaba. Cuando, más tarde, se le necesitó para el costado derecho, también estuvo. Sin una mala palabra y con toda la ilusión posible, Balenziaga creció día tras día para conseguir el ascenso pucelano.
El ascenso llegó y Primera esperaba para que Balenziaga se quitara la espina del último año en el Athletic. El solitario partido que disputó en la campaña 2010/2011 ya es pasado. Lo es porque esta temporada ha sido indiscutible en la élite. El peso que ha tenido para Miroslav Djukic ha sido primordial para que el sueño de regresar a Bilbao se pudiera cumplir.
Recomprado
Mikel Balenziaga regresa después de que el Athletic de Bilbao haya abonado un precio similar al de la recompra que marcaba su contrato. El futbolista ha cumplido su sueño con una sonrisa que no es aquella que mostrará en sus primeros días en Lezama o en su primer encuentro en San Mamés. La sonrisa con la que Balenziaga se marcha a su tierra es aquella que se debe a los éxitos que ha cosechado de blanco y violeta. Unos triunfos que él no olvidará como tampoco lo hará el Real Valladolid.